Emma, de 52 años, se oponía rotundamente al uso de cigarrillos electrónicos por parte de su marido, creyendo que "no se diferenciaba de los cigarrillos tradicionales". No fue hasta que su marido sufrió una tos prolongada por fumar y su médico le recomendó probar cigarrillos electrónicos bajos en nicotina como medida de transición, que aceptó a regañadientes. Tres meses después, la tos de su marido había remitido considerablemente y la familia ya no tenía que preocuparse por limpiar los ceniceros. "Ahora le recuerdo proactivamente que cargue su dispositivo", dijo Emma con una sonrisa. "Lo más sorprendente es que el olor a cigarrillo ha desaparecido y por fin podemos caminar de la mano como antes". También se unió al grupo de discusión familiar de la marca para compartir sus experiencias con el control del tabaquismo con otras familias.
Mark, un estudiante universitario de 23 años, inicialmente pensó que los cigarrillos electrónicos eran "una forma de ser popular", hasta que vio a otros estudiantes usándolos en lugar de los cigarrillos tradicionales durante una actividad del club, lo cual no solo no afectaba a los demás, sino que también aliviaba el estrés. Curioso, los probó y descubrió que los cigarrillos electrónicos con sabor a menta proporcionan un impulso de energía durante las sesiones de estudio nocturnas sin el desagradable aliento de los cigarrillos tradicionales. "Ahora siempre llevo un cigarrillo electrónico en mi mochila. Cuando me canso de estudiar en la biblioteca, salgo y fumo un rato. Es mucho más tranquilizador que los cigarrillos a escondidas que solía fumar", dijo Mark. Este estilo de vida saludable le ayuda a concentrarse mejor en sus estudios.
Lucas, dueño de un restaurante, cambió su enfoque debido a las "necesidades del negocio". Anteriormente, los clientes que fumaban fuera del local generaban un impacto ambiental constante por la ceniza y las colillas, lo que generaba quejas. Más tarde, instaló una zona de experiencia con cigarrillos electrónicos fuera del local, ofreciendo varios productos de baja intensidad para que los clientes pudieran elegir. Esto no solo redujo la contaminación por colillas, sino que también impulsó inesperadamente el negocio. "Muchos clientes nos consideran considerados, y la clientela recurrente ha aumentado un 20% en comparación con antes", comentó Lucas con emoción. Nunca imaginó que un cambio tan pequeño traería tantos beneficios.
Los cigarrillos electrónicos se han vuelto ampliamente aceptados, y cada vez más personas los usan y valoran su comodidad. Actualmente, Sanlei está profundizando su penetración en el mercado, con la esperanza de ofrecer al público productos de cigarrillos electrónicos más populares.