Los cigarrillos electrónicos ahora se han convertido en un producto alternativo de nicotina globalmente popular, pero su historial de desarrollo es mucho más largo de lo que la mayoría de la gente imagina. Desde dispositivos experimentales tempranos hasta tecnologías de atomización inteligente modernas, la evolución de los cigarrillos electrónicos está llena de innovación, controversia e historia olvidada. Esta vez, Sanlei lo llevará a través del "pasado y presente" de los cigarrillos electrónicos y revelará esas historias poco conocidas de su desarrollo temprano.
Muchas personas piensan que los cigarrillos electrónicos son un producto del siglo XXI. De hecho, conceptos similares surgieron hace casi cien años. En 1927, el inventor estadounidense Joseph Robinson presentó una patente llamada "Vaporizador eléctrico", que describió un dispositivo que genera vapor calentando un líquido con energía eléctrica. Esta patente no era específicamente para la entrega de nicotina sino para la atomización médica (como la inhalación de medicamentos), sin embargo, su principio es muy similar al de los cigarrillos electrónicos modernos. Debido a limitaciones técnicas en ese momento, esta invención no se comercializó.
En 1963, el estadounidense Herbert A. Gilbert solicitó una patente para un "cigarrillo sin toba sin humo" que usaba calentamiento de un líquido para producir vapor inhalable. Su diseño incluso incluía "cápsulas de sabor" reemplazables, similar a los cartuchos de hoy. A pesar de la promoción activa de Gilbert, su invención no logró obtener el reconocimiento del mercado debido a la fuerte industria del tabaco en ese momento y la insuficiencia del público sobre el daño del fumar.
La verdadera comercialización de los cigarrillos electrónicos se atribuye a un farmacéutico chino, Hon Lik. El padre de Hon Lik murió de cáncer de pulmón debido a fumar, lo que lo llevó a desarrollar una forma más segura de ingesta de nicotina. Utilizó tecnología de atomización ultrasónica piezoeléctrica para convertir el líquido que contiene nicotina en vapor inhalable y aplicó una patente en 2003. En 2004, su compañía, Ruyan, lanzó el primer cigarrillo electrónico comercial del mundo, que rápidamente se hizo popular en el mercado chino.
Los cigarrillos electrónicos de Ruyan pronto ingresaron a los mercados europeos y estadounidenses, pero debido a regulaciones poco claras, los primeros productos enfrentaron desafíos legales. En 2006, la FDA de los Estados Unidos trató de prohibir la importación de cigarrillos electrónicos, pero el tribunal finalmente dictaminó que los cigarrillos electrónicos podrían venderse como "productos de tabaco" en lugar de dispositivos médicos. Durante este período, las empresas europeas y estadounidenses comenzaron a imitar y mejorar la tecnología de cigarrillos electrónicos, impulsando el rápido desarrollo de la industria.
Después del éxito de Ruyan, muchas compañías intentaron ingresar al mercado, pero la mayoría de ellas han sido olvidadas. Fumar en todas partes fue una de las primeras marcas de cigarrillos electrónicos en los Estados Unidos, centrándose en cigarrillos electrónicos desechables, pero disminuyó debido a problemas de calidad y regulaciones de la FDA. Njoy sobrevivió con más productos estables y estrategias de marketing y sigue siendo una marca conocida en los Estados Unidos hoy. Como estrella en ascenso, Sanlei combina calidad y precio, ampliando rápidamente su mercado en el extranjero. Actualmente, sus productos se han vendido en muchos países del mundo y han ganado el reconocimiento de los clientes.
Antes de la popularidad de los cigarrillos electrónicos, algunas compañías lanzaron "cigarros electrónicos" y "tuberías electrónicas" en un intento por atraer fumadores tradicionales. Sin embargo, debido al mal gusto y altos precios, estos productos no se convirtieron en la corriente principal y el mercado gradualmente eliminó gradualmente.
Después de 2010, la tecnología de cigarrillos electrónicos experimentó un desarrollo explosivo, principalmente en dos direcciones: los jugadores comenzaron a modificar sus dispositivos por sí mismos, buscando un volumen de vapor más grande y un golpe de garganta más fuerte. Las modificaciones mecánicas y las modificaciones de caja se hicieron populares, pero también trajeron riesgos de seguridad (como explosiones de batería).
Juul lanzó la tecnología Nicotine Salt en 2015, haciendo que los sistemas de POD sean más portátiles y proporcionan una sensación de satisfacción más fuerte. Los cigarrillos electrónicos desechables (como Puff Bar) capturaron rápidamente el mercado debido a su conveniencia, pero también provocaron controversia sobre el fuerte aumento en su uso entre los adolescentes.
Desde su nacimiento, los cigarrillos electrónicos siempre han estado acompañados de controversias con respecto a la salud, las regulaciones y la ética. Los partidarios creen que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos que los cigarrillos tradicionales (la salud pública del Reino Unido, Inglaterra, estima que el daño se reduce en un 95%). A los opositores les preocupa que los efectos a largo plazo sean desconocidos, y algunos productos pueden conducir a "pulmón de palomitas de maíz" (relacionado con e-líquidos que contienen diacetilo).
Los dispositivos de no quema de calor (HNB) (como IQOS) pueden convertirse en una nueva dirección. Los estándares de la industria más estrictos y la investigación de salud determinarán si los cigarrillos electrónicos realmente pueden reemplazar el tabaco tradicional.
Desde las patentes experimentales en la década de 1920 hasta la industria global actual, el desarrollo de los cigarrillos electrónicos ha estado lleno de giros y vueltas. Se ha ignorado a veces y también ha provocado frenezies. Ahora, se encuentra en la intersección de la salud pública y los intereses comerciales. En el futuro, con el progreso tecnológico y las regulaciones mejoradas, los cigarrillos electrónicos realmente pueden lograr su intención original de proporcionar una opción más segura para los fumadores.
PLEASE VERIFY YOUR AGE
Este sitio web contiene nicotina y solo adecuada para aquellos que tienen 21 años o más.